# нold on тo мe and never leт мe go ♥. ~ •: El miedo no hizo cometer estupideces ...

jueves, 18 de agosto de 2011

El miedo no hizo cometer estupideces ...

Y ese miedo idiota, te hace pensar con la cabeza, lo que es del corazón ...

Entonces...

Are we better of this way?

1 comentario:

Anónimo14 de septiembre de 2011, 21:30
te extraño hermana, tqm,
podemos hablar?

atte. Eli
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# Just Me .~ •

Soy... soy... mmmm... ¿Quién soy? Buena pregunta!!! no sé realmente quien soy... pero sé que hasta el momento no he sido lo que quiero ser. Quiero ser más que un armazón de calcio con articulaciones (como dicen por ahi)... Recién tengo 17 años... dirán: claro es una niña inmadura aún... una niña que no sabe lo que quiere... pero yo les diré: quizás si, tienen razón, no sé lo que quiero, pero si sé lo que no quiero... no quiero ser una persona más en este frío mundo... no quiero ser una marioneta más de este sistema que día a día se adueña libremente de nuestras vida... quiero ser yo... pero ¿quién soy yo?... buena pregunta! Soy una soñadora empedernida. Una enamorada de la Luna, de las puestas de Sol, de la Lluvia, de los paseos por estaciones de tren, de los árboles desnudos que descansan en alfombras hechas con hojas amarillas y de la sensación de un viento fresco acariciando tus mejillas mientras escuchas una canción que te traslada a otra época. Apasionada de los libros y la lectura, de esos protagonistas que se dedican a ir robando corazones y de esos amantes de las palabras que deciden darles vida. Cinéfila hasta la médula.. y me quedo corta. Me gusta embriagarme de placer la mayor parte del tiempo y procuro no olvidarme de VIVIR en mayúsculas, siempre al lado de mi fiel compañera, la locura...

# My History .~ •

Cuentan la historia de una (ahora) joven que, desde que inhaló su primera bocanada de aire procuró vivir cada instante, disfrutar de cada suspiro...
Cada vez que le preguntan cuál es su meta en la vida, contesta que lo único que le preocupa es seguir aprovechando cada instante. También dice que para disfrutar de la vida, además de la música y de las puestas de sol, además de crecer con las palabras de otros, necesita escribir. Puede que lo escriba bien, medianamente aceptable o que lo haga sencillamente mal, pero escribe porque siente, porque ahora es ella quien decide contar su historia :)

A lo mejor soy algo impulsiva. Tal vez es que pienso demasiado y no me decido a actuar hasta que alguien no me da el empujón que necesito. No lo sé. No sé qué motivos me animan a empezar este proyecto sólo sé que hoy lo empiezo, con ilusión y con ganas, con muchas ganas de compartir y de mostrar un poco de mí a través de las palabras.

# La Joven Jane Austen .~ •

•-No digas nada, no pienses... sólo ámame.
¿Me amas?

♦-Sí, pero si nuestro amor destruye a tu familia, acabará muriendo.

•-No.

♦-Sí, será una larga y dolorosa agonía por el dolor, la culpa y el remordimiento.

•-Tonterías...

♦-Es la verdad, hecha de contradicciones, pero hay que aceptarla sonriendo si no la consideraría falsa y nuestro amor no habría existido.

~*~*~*~

•-¿Qué valor puede tener la vida si no estamos juntos?

~*~*~*~

•-El amor y el juicio son enemigos a cualquier edad.

# Twilight.~ •

•-¿Crees que esto mejorará algún día? ¿Alguna vez conseguiré que el corazón deje de intentar saltar fuera de mi pecho cuando me tocas?

♦-La verdad, espero que no.

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•-El fuego y el hielo, coexistiendo ambos de algún modo sin destruirnos el uno al otro. No podía haber prueba más definitiva de que nos pertenecíamos.

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•-Te quiero a ti y que sea para siempre. Una sola vida no es bastante...

# Eres Mi Perdición, Eres Exactamente Mi Marca De Heroína

Sentí su frío aliento cosquilleando mi cuello y el deslizar de su nariz, trazando una línea sobre la piel de mi garganta, desde la clavícula hasta el borde de la barbilla.
-Bella..-susurraron sus labios contra mi mandíbula.
Me besó los párpados y descendió despacio por la mejilla hasta detenerse en la comisura de mis labios. Los de él rozaron temblorosos los míos, ya entreabiertos, mientras prosiguió.
-Hueles a lluvia- señaló-. Tu aroma es realmente apetitoso.
Alzó nuestras manos, todavía entrelazadas, para acariciarme los pómulos y pasear las puntas de sus dedos por mis sienes.
Fue entonces cuando sus ojos dorados, ardiendo con pasión, se encontraron con los míos, y yo enrojecí de placer ante la irresistible e insoportable belleza de su mirada. Sus labios se curvaron y esbozó esa sonrisa pícara suya, esa sonrisa traviesa que yo amaba tanto. Me sentí aturdida. El latir de mi corazón casi se detuvo y creo que me olvidé de respirar. Tomó mi rostro entre sus manos, se inclinó sobre mí, apretó sus labios helados contra los míos y yo supe que estaba incondicional e irrevocablemente enamorada de Edward Cullen...

¿Me Ddejarás Que Iintente Explicarte Cuánto Significas Para Mí?

Algo frío me tocó mi frente con el más suave de los roces y me obligó a abrir los ojos, mientras extraños sueños de colores seguían revoloteando perezosamente dentro de mi cabeza. Entonces le vi con claridad, Edward estaba allí, con su rostro de ángel perfecto a escasos centímetros del mío. Un hormigueo empezó a subirme por la piel hasta llegar a los pómulos, donde noté un ligero y desconocido rubor, mientras lentamente me iba dando cuenta de que esta vez era él, no una alucinación. Nunca había visto nada más bello. Respiré a fondo, mis pulmones se llenaron del dulce perfume que derramaba su cuerpo y disfruté lujuriosamente del palpitar desbocado de mi corazón contra las costillas, cantando de emoción, y la sangre latiendo caliente y rápida por mis venas, disfruté de la sensación de recuperar un corazón que creía perdido. Todo estaba perfecto, después de siete meses me sentí bien. Comprendí que no importaba cuánto tiempo pudiera llegar a vivir; jamás podría querer a otro.
-Eres y serás la cosa más hermosa de mi mundo, eres el centro de mi propio universo -musitó contra mi piel.- Todo lo que yo quiero y necesito es estar contigo. No voy a ir a ninguna parte, no sin ti. Aprendo rápido, no cometeré el mismo error dos veces, Bella.
Yo luchaba contra sus palabras de terciopelo y miel mientras me las decía, intentando no dejar enraizar en mi corazón el más prohibido de los deseos, no quería que la esperanza despiadada acabase conmigo.
-No estás dormida ni muerta, estoy aquí y te quiero. Siempre te he querido y siempre te querré –prosiguió y me dio un apretón suave.
Respiré hondo. Edward me amaba. El vínculo establecido entre nosotros dos era de los que ni la ausencia ni la distancia ni el tiempo podían romper, y no importaba que él pudiera ser más especial, guapo, brillante o perfecto que yo, él estaba tan irremediablemente atado como yo, y si yo le iba a pertenecer siempre, eso significaba que él siempre iba a ser mío.
-Tú me amas -dije maravillada.
-Con todo mi ser y para siempre- prometió.
-No te pido más.
-¿Y tú? ¿Puedes quererme todavía? –murmuró con voz temblorosa.
-Lo que siento por ti no cambiará nunca. Claro que te amo y ¡no hay nada que puedas hacer contra eso!
-Es todo lo que necesitaba escuchar.
Se reclinó sobre mí. Sus ojos, negros como la noche, derritieron, quebraron e hicieron añicos mi concentración. Me puse de puntillas para poder apretar sus labios contra los míos. Me tomó el rostro entre sus manos heladas y me besó hasta que sentí tal vértigo que todo a mi alrededor empezó a dar vueltas. Entonces, inclinó su frente sobre la mía y supe que yo no era la única que respiraba más agitadamente de lo normal.

Cerró Los Ojos Mientras Su Nariz Se Deslizaba Por Mi Piel, Y Sonrío Dulcemente Al Abrirlos

Extendí los brazos hacia delante, hallé sus manos en la penumbra y me acerqué a él. Sus brazos me rodearon contra su pecho, y yo me senté en el regazo de mi novio –en realidad se necesita un término mucho más expresivo para el compromiso eterno, Edward era mi milagro personal, la razón de mi existencia-, acurrucándome dentro de su pétreo abrazo. Levanté mi mirada y me encontré con sus ojos, enmarcados por esas espesas pestañas negras, ardiendo apasionadamente a pocos centímetros de los míos. Me asomé a sus pupilas, me sumergí en la fogosidad de su mirada y perdí el hilo de mis pensamientos. El tiempo no había conseguido inmunizarme contra la perfección de su rostro y estaba segura de que nunca iba a cambiar ese amor desesperado que sentía por él. Era difícil no caer en el embrujo de un Cullen. Me aovillé más cerca de él y besé la hendidura de su clavícula. Mis labios buscaron a tientas la suave curva de los suyos, torcidos ahora en esa sonrisa que sabía que no podía resistir. Me besó con dulzura unos segundos, de un modo que debería ser ilegal. Me sorprendió un poco cuando sus dedos se entrelazaron dentro de mi pelo, sujetando mi rostro contra el suyo. Tenía los brazos firmemente asidos a su cuello y me fundí contra su frío pecho. Una de sus manos descubrió una curva alrededor de mi codo y descendió despacio por mi brazo, se deslizó por mi espalda y por las costillas para luego recorrer mi cintura y avanzar por mi pierna hasta mi rodilla. El contacto con su piel me hizo temblar, era un estremecimiento de placer, de felicidad. Recorrió el borde de mis labios con su lengua. El corazón me dolía con cada palpitación y la cabeza me daba vueltas, pero quizás el mareo se debió a que había olvidado seguir respirando, otra vez. Él suspiró, compuso su sonrisa y susurró cerca de mi piel:
-No te dejes llevar, Bella, esta noche no...
Torcí el gesto en la oscuridad.
-Es tarde –murmuró con una voz suave como la seda-. Duerme, Bella mía. Que tengas dulces sueños. Tú eres la única que me ha llegado al corazón. Siempre seré tuyo. Duerme, mi único amor.
Tarareó mi nana y su voz me acunó.

jueves, 18 de agosto de 2011

El miedo no hizo cometer estupideces ...

1 comentario:

•-"..estaba incondicional e irrevocablemente enamorada de él"